jueves, 27 de octubre de 2011

Ajies picantes


El ají picante posee en su contenido silicilato y capsaicina, sustancias que alivian los dolores que provocan las enfermedades reumáticas y las neuralgias que generalmente atacan seguido a la tercera edad.

El consumo de este alimento incrementa la circulación periférica y disminuye los valores de presión arterial, es rico en cantidades de vitamina C y A, y contiene bioflavonoides, que son necesarios para el correcto crecimiento celular y son contribuyentes de la elasticidad en la parte interior de los vasos sanguíneos.

También es muy beneficioso para combatir catarros en parte porque sus sustancias promueven a la transpiración y actúan como expectorantes, abriendo los conductos nasales y los pulmones, consumiéndolo regularmente este alimento, puede reducir los dolores de garganta al menos por 3 horas y para ello se puede realizar un spray preparado con una cucharada sopera de alcohol de 80 grados, otra cucharada sopera de agua mineral y una cucharada de té de ají en polvo. Los principios activos de sus sustancias, además limpian y descongestionan los conductos nasales.

El género Capsicum comprende varias especies de plantas, emparentadas con el tomate, oriundas del Continente Americano; cuyo fruto —llamado en diversos países ají, chile (chilli), pimiento, guindilla, morrón, peperonchino siendo muy conocido en Italia como peperoncino es decir "pimientillo"— se consume en diferentes preparaciones y se emplea como base para colorantes en alimentos y cosméticos.

Caracteristicas:

Las especies de Capsicum son, casi sin excepción, plurianuales. La planta, de tallo leñoso, forma normalmente un arbusto de hasta 1,5 m de altura; algunas variedades alcanzan tamaños superiores. Las flores son blancas o verdosas en la mayoría de las variedades, salvo en el C. pubescens, en que tienen un color violáceo.

El fruto —técnicamente una baya— varía en coloración y tamaño de acuerdo a la variedad; puede ser cúbico, cónico o esférico. De interior hueco, está dividido en dos o cuatro costillas verticales interiores que portan las semillas, de color amarillo pálido —salvo en C. pubescens, que las presenta negras—. Sin embargo, la mayor cantidad de semillas se aloja en la parte superior, junto al tallo. La carnosidad del pimiento también varía según la especie.

Cuando el fruto madura sus colores abarcan, según la especie, desde el blanco y el amarillo hasta el morado intenso, pasando por el naranja, el rojo brillante y el lavanda; el color verde es señal de inmadurez, aunque muchas especies se consumen también de ese modo.

La forma de propagación es mediante semillas que se mantienen viables hasta por tres años si se conservan en un ambiente adecuado. El fruto es una baya con varias celdas las cuales están ligeramente unidas entre sí pues los tabiques que las separan no están interconectados.

El género Capsicum está muy distribuido a nivel mundial y se encuentra en gran diversidad de formas, tamaños, colores y niveles de picor o pungencia. En general los ajíes picantes se pueden clasificar en dos grupos:
a. Frutas largas y carnosas que pertenecen a la variedad de Capsicum anuum

b. Frutas pequeñas que pertenecen a la variedad de Capsicum minimum.

Los tipos menos picantes que son los que se utilizan para industrializar y a nivel casero, por lo general pertenecen al primer grupo. Están compuestos en un gran porcentaje por agua, en promedio un 74,3%. El contenido de proteína es de 2,3%, y el de carbohidratos de 15,8%; otros de los componentes son vitaminas y minerales.

Los parámetros para evaluar la calidad del ají picante son el picor, el color y la cantidad de vitamina C.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Ají "PIPÍ DE MONO", conocido también como el terror de los norteños por su fuerte sabor.

Los ajíes de la selva peruana son expuestos en la Zona de Mercados en la feria gastronómica Mistura 2011, que se realiza en el Gran Parque de Lima.

El popular ‘pipí de mono’ fue presentado por la Asociación Nacional de Productores Ecológicos del Perú.

En diálogo con RPP Noticias, Silverio Trejo Prado, de Ucayali, manifestó que este ají es conocido como el “terror de los norteños”.

Asimismo, el ají pucunucho, que es utilizado por los nativos para la caza de animales.

viernes, 8 de julio de 2011

Investigación atribuye origen del ají picante a Ecuador


El ají picante (también llamado chile, o pimiento picante) tiene su origen en Ecuador, no en México ni en el Perú. Así lo asegura una investigación universitaria de Canadá y Estados Unidos, publicada en febrero de 2007 por la revista científica “Science”.

El estudio atribuye su utilización culinaria a una región del altiplano que hoy es Ecuador, hace unos 6.100 años. Fue realizado por investigadores de la Universidad de Calgary, en Canadá, y de la Universidad de Misuri, en Estados Unidos. Rastrearon las primeras evidencias del uso doméstico de los pimientos picantes, a partir microfósiles de almidón recuperados, piedras, sedimentos y recipientes de cerámica para cocinar

Los procesos culinarios no eliminan todos los rastros de los pimientos, razón por la cual los restos de los recipientes en los que fueron cocinados permitieron a los investigadores determinar el origen del picante.

Los hallazgos, que se divulgan en un artículo de la revista "Science" publicado en febrero de 2007, revelan que las variedades comunes de pimientos picantes, de la especie Capsicum, se usaban profusamente desde las Bahamas hasta el sur de Perú.

"Hasta hace poco se creía que los ancestros de las civilizaciones altiplánicas, como los incas y los aztecas, fueron responsables de muchos de los avances agrícolas y culturales de la región", explicó Scott Raymond, arqueólogo de la Universidad de Calgary y coautor del estudio

Según el estudio, en el continente americano se hallaron rastros de este alimento en siete sitios y los granos de almidón de pimiento picante más antiguos fueron descubiertos en Ecuador.
Esos granos, encontrados en Loma Alta y Real Alto, datan de hace 6.100 años aproximadamente, mientras que los que fueron hallados en otras zonas del continente tienen entre 5.600 y 500 años, según las muestras examinadas por el equipo liderado por Raymond.